Y cuando nadie te despierta por la mañana, y cuando nadie te espera en la noche, y cuando puedes hacer lo que quieras. ¿Cómo lo llamas? ¿Libertad o soledad?.
Las relaciones humanas son extrañas.
Quiero decir, estás con una persona
un tiempo, comiendo, durmiendo
y viviendo con ella.
Amándola, hablándole, yendo a lugares
juntos y luego, ya no.
No sé lo que era, pero teníamos algo especial, y lo sabíamos. Lo podías ver en el modo en que nos movíamos y hablábamos. No hablábamos mucho, pero lo dábamos todo por sobreentendido.
Debo aceptar que nunca serás mía, es hora de ponerle punto final a esta historia, escribirte es como escribirle a la nada. Por qué hasta las palabras se cansan de nunca ser leídas o escuchadas y esta noche están de luto. Tu poeta a muerto.
Cada noche el diablo se sienta a la orilla de mi cama, enciende un cigarrillo y se voltea para echarme el humo en el rostro.
–¿Ya lo pensaste? –siempre me pregunta...
Yo muevo la cabeza de izquierda a derecha y caigo en un sueño profundo. aun no se que quiere de mi.
Era una niña, una romántica, pero yo la amaba por eso. Tenía tantos demonios siniestros dentro de sí que no podía menos que agradecer su manera de Ser.
En mi interior me decía: venga, muérete, duerme, sé como ellos: acepta.
Pero luego otra voz interior me decía: ¡no!, conserva algo,
por pequeño que sea.
no hace falta que sea mucho: basta una chispa.
una chispa puede prenderle fuego a todo un
bosque
una sola chispa.
consérvala.
Mi madre, pobre pececillo, quería ser feliz, golpeada dos o tres veces a la semana, me decía que fuera feliz: «¡Henry, sonríe! ¿por qué no sonríes nunca?». Y entonces sonreía ella, para enseñarme, pero era la sonrisa más triste que había visto en mi vida...
Me sentía insatisfecho y francamente, bastante jodido por todo. No estaba yendo a ninguna parte,
ni tampoco el resto del mundo.
Estábamos haciendo tiempo, esperando morir, y mientras tanto, hacíamos bobadas...
La gente es rara: se molesta siempre por cosas triviales, y luego de los problemas graves como la pérdida total de su propia existencia, parece darse cuenta apenas.
Yo pienso que si la gente
no puede amar
sus estupideces,
sus pedos,
sus mierdas,
sus partes horribles
tal y como aman
las partes buenas,
no es completo el amor.
De los millones de mujeres que ves, aparece de pronto una que te impresiona. Hay algo en sus formas, en cómo está hecha, en el vestido concreto que lleva, algo, a lo que no puedes sobreponerte...
Algún día, cuando se demuestre que el mundo tiene cuatro dimensiones en vez de sólo tres, un hombre podrá salir a dar un paseo y desaparecer porque sí. Sin funerales, sin lágrimas, sin ilusiones, sin cielo ni infierno.
Las cosas se vuelven pronto monótonas y abrumadoras. Nos despertamos por las mañanas, damos una patada a las sábanas, apoyamos los pies en el suelo y pensamos: ah, mierda, ¿Y ahora qué?
Se concentran demasiado en cojer, ir al cine, el dinero, la familia, y volver a cojer. Sus mentes están llenas de algodón. Se tragan a Dios sin pensar, se tragan la patria sin pensar. Muy pronto se olvidan de cómo pensar, y dejan que otros piensen por ellos.
Esa clase de tristeza, de tristeza enfermiza, esa en la que no te puedes sentir peor. Pienso que todos pasan por ella cada cierto tiempo, pero para mí es muy seguido, demasiado seguido.
No estoy solo.
Ahora está aquí.
A veces creo que se ha
ido
pero vuelve
por la mañana o al
mediodía o por la
noche.
Un pájaro que nadie quiere.
Es mío.
El pájaro de mi dolor.
La humanidad tiene múltiples debilidades, pero dos de las más importantes son: la incapacidad de llegar a tiempo y la ineptitud a la hora de cumplir promesas.
A la edad de 25 la mayoría de la gente estaba acabada. Todo un maldito país repleto de idiotas conduciendo automóviles, comiendo, pariendo niños, haciéndolo todo de la peor manera posible, como votar por el candidato presidencial que más les recordaba a ellos mismos.
¿Cómo puedes decir que amas a una persona cuando hay por ahí diez mil personas en el mundo que amarías más si las conocieras? Pero nunca las conocerás...
¿Por qué era necesario amar a un ser humano? Nunca duraba mucho. Había demasiadas diferencias entre cada individuo, y lo que empezaba siendo amor, acababa siempre en una guerra despiadada.
La gente me asustaba, especialmente la gente en las fiestas. Trataban de ser sexys y alegres e ingeniosos, y aunque creían que conseguían serlo, no era así. Llegaban a ser todo lo contrario...