Marisabel Manrique
6 years
El fin de año guayaquileño tiene una carga emocional muy fuerte, más para los de 40 en adelante, el recuerdo de los abrazos en la calle, el año viejo salvaje, el cielo a reventar, el champagne, los felices, el que lloraba. Luego de vivir ese estruendo interior, todo es nostalgia.