Debemos reconocer la supremacía de su poder!
Él caminó sobre las aguas, limpió leprosos, sanó a los cojos, abrió los ojos de los ciegos, hizo parar la tempestad, y con un par de palabras resucitó a los muertos!
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Hebreos 13:8