Llevo un día malo, muy malo. Familiares desamparados en Madrid, rezas el Rosario, dices tonterías para que se pase, haces cocretas, ensaladilla, prometes no volver ofender a nadie, a perdonar, te bebés tres guiskis....
No sabéis cómo agradezco que estéis ahí.
Así soy.