Hoy, por fin, pasó algo que venía esperando hace mucho tiempo. Creo que fue hace unos siete u ocho años que empezó a nacer esta novela, primero como un rumor, luego, como una necesidad. Después fue historia y ahora es papel y está en librerías. Me da escalofríos pensarlo.
Cómo olvidar al man que, tan pronto como se vino, recogió el semen con papel higiénico y lo enterró en el jardín para abonar las matas, porque "así no se malgasta la energía vital".
Convencida de que la belleza debe rodar libremente por el mundo, voy a empezar a hacer listicas de lecturas chéveres que se encuentran en internet (o que puedes descargar para la Kindle).
Hoy, tres joyas de la literatura que leés en una sentada🧵
Este semestre fui profe por primera vez y aproveché para diseñar el curso que me hubiera gustado ver como estudiante. La clase se llama Escrituras poéticas. Aquí, los ensayos más top que leímos (con enlace, porque esto se trata de compartir) 🧵:
Hoy un tipo amenazó con matarme porque no me gustó su piropo. Yo iba caminando por La Playa cuando el man se me acercó y me dijo: "uuuyy, qué piel tan bonita, parece una gringa". Mientras camibanábamos, uno al lado del otro, le pregunté:
El tipo se metió en un local y yo seguí mi camino. No sé cómo pueden pensar que el machismo no existe en una sociedad que nos mata porque no aceptamos un piropo.
O sea, gente, ¿en serio? ¿El tipo me amenazó de muerte y la discusión es sobre si exageré o no, si era bonito el piropo o no, si es acoso o no? Me aterra la posición de la víctima lastimera y por eso le respondí al man: por eso conté esta historia.
Hoy se fue
@misojitos
de
@elcolombiano
. Renunció poco más de un año después de denunciar penalmente, por abuso sexual, a quien fue jefe de ambas cuando yo entré al periódico.
A todos los que dicen que exageré por un piropo bonito, les aclaro: NO FUE BONITO. El tipo me miró como si quisiera violarme justo ahí, en ese momento, y se relamió. No se acercó con respeto, sino con violencia. Supuse que no era necesario contarlo porque es casi una obviedad.
@Dominatrixbog
No sé si tuviste Barbies de niña, pero en mi caso (y en el de muchas primas y amigas), las escenas de sexo lésbico eran parte del juego.
"¿Y entonces?", me dijo el tipo. En ese momento ya había subido el tono y me miraba con insolencia, como yo a él. "A las mujeres no nos gusta que nadie nos diga nada cuando vamos por la calle. Nos da asco".
Porque toda mi vida adulta he sufrido acoso callejero y muchas veces les he respondido a los acosadores (o piropeadores, si les parece exagerado), pero nunca me habían amenazado de muerte. Y esa amenaza no es solo contra mí, es contra todas las mujeres que no se quedan calladas.
Con eso del asco el man se salió de casillas: "dese por bien servida, agradezca que no traje el fierro, maricona. Usted no sabe con quién se metió, yo soy de la Oficina de Envigado, y ya me aprendí su cara. La próxima vez que la vea, la mato, hijueputa".
1. "La hora de la estrella", de Clarice Lispector.
Esta novela es singular como todo lo de Lispector, pero más aún. Rara, inverosímil y al mismo tiempo lo más verdadero que he leído nunca: Lispector escribió un personaje carente de cualquier rasgo.
"¿Usted tiene hijas?" "Sí", me respondió. "¿Y le gusta que tipos desconocidos les hablen en la calle?" El man se quedó pensando y luego me dijo: "ahh, pero es un piropo bonito, ¿no le gustan los piropos?" "No", respondí: "a ninguna mujer le gustan".
O por lo menos a mí nunca me han hecho un piropo en la calle con respeto y delicadeza (sí mi novio, mis amigos o algún man en una fiesta). Y llevo más de 10 años caminando sola por las calles de Medellín. Los que han sufrido el acoso callejero seguro entenderán.
@Vivi_Paredes
Tengo novio y me encantan sus piropos. Si un amigo me hace un piropo, lo acepto con agrado. Lo que no me gustan son los piropos callejeros de tipos que no conozco. No me gusta el tono, ni la forma en que me miran. NUNCA me han hecho un piropo CALLEJERO que me guste.
@RedBooks_M
Espero que te den las neuronas para entender que las Barbies hicieron parte del desarrollo sexual de muchas niñas, incluyéndome. Y que es solo un chiste sobre una película que ya está hecha.
Una prima y una amiga que viven en la USA me preguntan que cómo estoy. Yo, desde la comodidad de mi casa, les respondo que bien. No he salido a marchar. "Tengo que trabajar", me digo. "Y está la pandemia, no puedo exponerme al covid". Pero la verdad es que tengo miedo.
2. "La casa de las bellas durmientes", de Yasunari Kawabata.
Una novela que es una gran historia, pero también una sensación. O mejor, sensaciones, como la luz que se filtra por el papel opaco de los shojis. Aquí pueden leer esta hermosura, que fue Nobel:
3. "Bartleby, el escribiente" es un cuento largo de Herman Melville, el mismo autor de Moby Dick.
Melville logra crear un personaje tan entrañable que nadie que haya leído el cuento podría olvidar la totalidad de su discurso: tres míseras palabras.
El el mundo hay dos tipos de personas: los que usan el horno para hornear, y los que lo usamos para guardar una paila con aceite usado y la parrilla de la arepa.
Si hay algo peor que hablarle a un auditorio muy grande, es hablarle a un auditorio muy grande, pero vacío.
El honor es enorme: Voy a dar una cátedra sobre Clarice Lispector, la escritora amada, en la biblioteca de mi amada
@UdeA
(y con gran compañía). Todavía no me la creo.
Y bueno, nada. Son joyas porque te enamoran tanto que terminás comprándolas en papel. Y además perfectas para los que trabajamos y callejiamos mucho y somos poco constantes con series y lecturas.
Atenta a sus recomendaciones 👀
Al asesino de mi tío le dieron 7 años de casa por cárcel. Aída pagará casi el doble tras las rejas de una prisión. Hablemos de justicia y proporciones (o de la falta de).
Hoy estuve en la I.E. Las Nieves, en la comuna 3 de Medellín, en el programa de
@FiestaLibro
de Adopta un autor. Los estudiantes de 7, 9 y 10 me adoptaron a mí con mis Vanidades y me regalaron la mañana más hermosa que le pueden dar a alguien que escriba. Vean la belleza: 🧵
@Bere_NiceGarcia
De la televisión, de los niños más grandes, de la enciclopedia de educación sexual para niños que me compraron mis papás. Pero el juego de las lesbianas lo aprendí de otra amiguita (y si lees los comentarios, verás que somos muchas).
Uno ve a Richard Ríos y de inmediato sabe que es de Bello
(sí, ya sé que es de Vegachí, pero vivió y jugó en Bello y uno puede salir de Bello pero Bello jamás sale de uno)
Si todos nos ponemos de acuerdo, cerramos ese chuzo llamado Whatsapp y volvemos a las cartas con 15 días hábiles de respuesta y a resolver los urgentes de verdad con una llamada de 30 segundos.
5. Para la clase de Poéticas eróticas leímos "La imaginación pornográfica" de Susan Sontag, un ensayo sobre los límites de lo erótico y lo pornográfico en la literatura.
Es triste saber que
@elcolombiano
es esa familia que señala con el dedo al vecino que le pega a la mujer, pero que se calla cuando el abusador está adentro de su casa.
El ídolo también es leyenda por sus errores. Como lo fue Diomedes. Como lo fue Maradona. Sus cagadas no los hacen menos genios, pero sí más humanos. Esa pretensión de pulcritud moral no le queda bien ni al Papa.
Ojalá ninguna mujer de la redacción tenga que pasar por tanto dolor. Y ojalá el periódico empiece a condenar la violencia de género que ocurre de puertas para adentro con tanta vehemencia como lo hacen con la de afuera.
1. El primer lugar se lo lleva el prefacio de Carl Jung a la edición gringa del I Ching, o el Libro de las mutaciones. Les enseñé a leer el oráculo y tuvimos una conversación tan íntima y mística, que olvidamos el descanso a la mitad del bloque:
Entre más vivo, más simples son mis ambiciones. El sosiego está en querer lo pequeño: una ventana para mirar, un café caliente, el canto de los pájaros y el movimiento sutil de las copas de los árboles en un día caluroso. Estar.
¿Cómo putas el reCaptcha sabe que no eres un robot con solo apretar el botón? Así es como funciona esta tecnología (en lenguaje coquito) y esta es la razón por la que deberías estremecerte cada vez que el algoritmo te dice: okay, muy bien, sí eres humano, puedes continuar.
¿No les pasa que los fines de semana, cuando van a otro ritmo, la casa se siente distinta (como si los objetos estuvieran más vivos y las paredes fueran más blandas y el espacio no fuera el de siempre, sino otro)?
Aquí, tres cuentos parchaditos que recogen esa sensación🧵
Les voy a contar por qué The social dilemma me parece una película TAN mala (y qué deberíamos preguntarnos como espectadores y usuarios de las redes sociales).
4. Este ensayo de Junichiro Tanizaki es un deleite para los que amamos la arquitectura japonesa. Se llama "El elogio de la sombra" y es una apología a las estéticas clásicas y cosmogonías de Oriente:
Ella se va y él sigue ahí, protegido por las directivas del periódico, a pesar, incluso, de que ella -y muchos otros periodistas de la misma redacción- lo borran en talento (esto tal vez no tiene nada que ver, pero es el editor más mediocre con el que me he topado en mi carrera).
Yo es que solo puedo ver en las fotos de Irene Vallejo en el Chocó (y en todas las otras fotos que tiene en ferias y eventos aquí y allá) a una mujer muy generosa con sus lectores. Con lo cansón que puede ser viajar y atender gente y responder las mismas preguntas una y otra vez.
Qué pena con ustedes que son tan buenos, pero a mí la cachetada de Will Smith me pareció hermosa: intempestiva, vehemente, digna, como un volcán que erupciona sin avisar y se lleva por delante las amarguras de un pueblo. La violencia también puede ser bella.
3. Para hablar sobre lo poético en el sentido más amplio (y rico y diverso) del término, leímos "El arco y la lira" de Octavio Paz. Un ensayo para enamorarse de la poesía en todas sus formas:
@nataliavivas
@irenerd
@Hankrustan
De tantos comentarios que he leído este es el que más tristeza me genera. Claro que no fui amable: el tipo me abordó en la calle a decirme cosas que yo no quería. ¿Pero decir "los piropos me dan asco" es igual que una amenaza de muerte, que además iba en serio? Really?
Este mundo es tan vasto y tan interesante que me gustaría vivir mil vidas de mil maneras. Pero como es una (que sepamos), y toca escoger, elegí un oficio que me permite imaginar mil vidas de mil maneras. Leo y escribo por nostalgia de las vidas que nunca podré vivir.
Yo no les he contado que en el último fenómeno de El Niño, el del 2018-2019, la diócesis de Girardota sacó al Señor Caído milagroso de la catedral, por primera vez en décadas. Hubo procesión por el pueblo y banda marcial.
Ese mismo día llovió. Poquito, pero llovió.
El sentido del humor es un arma poderosísima de supervivencia, sobre todo ante circunstancias adversas. Reír en el duelo, en la enfermedad y en el fracaso. Reír hasta que la risa borre el llanto o se confunda con él.
Compadezco a quienes no son capaces de reírse de sí mismos.
Toda la belleza y la ferocidad de las montañas están aquí, como los ríos y los páramos y los animales briosos y las flores de mil aromas y el orgullo humano y el amor. Qué joya de novela nos regaló Mejía Vallejo.
Ser mujer es una arbitrariedad que no elegí y una cruz que hubiera preferido no cargar. No hay mayor mérito en ser mujer, más allá de sobrevivir a esta sociedad machista y misogena, y lograr cosas a pesar de.
Lo siento, señores de
@actualidadpanam
: la absurda realidad de Colombia cada día pone la vara más alta para los que se dedican al negocio de las noticias-parodia.
Esta misma semana,
@elcolombiano
publicó un especial brutalísimo sobre violencia de género. Es un excelente trabajo periodístico al que vale la pena sacarle el rato, y que ojalá sigan alimentando con la misma dedicación con la que fue construido por
@AdriPuentesD
.
@MiguelAngelopez
Jajajaja. Es el mismo que me llevó a una quebrada a terminarme (después de que yo lo echara y el me rogara para volver), y me dijo: "¿Conoces esta canción? Pensé en vos cuando la escuché".
La canción:
Me duele esa hipocresía por todo el amor que le tengo a
@misojitos
, pero también por el cariño que siento por
@elcolombiano
, que fue crucial en mi formación como periodista.
...luego digo: "las cosas están densas", como si fuera conmigo.
Lo menos que puedo hacer es agradecer a los valientes que luchan por mí, por nosotros, por una Colombia más justa. Y orar en un dios en el que no creo para que esta noche, como yo, duerman a salvo en sus casas.
"¿Se quedó haciendo scroll en Twitter por una hora?", positivo para humano. "¿Leyó este hilo hasta el final?", positivo para humano. "¿Stalkea a su ex?", positivo para humano. "¿Toma decisiones instantáneas sin dudar?", positivo para robot.
Fui educada por monjas que me enseñaron a obedecer, pero no a ser libre. Que una carmelita defienda la decisión libre de otra mujer, aunque sea radicalmente opuesta a su búsqueda espiritual, es un acto revolucionario que me alegra el corazón.
#yositecreohermana