Jamás me imaginé cuando entré en Twitter que alguien me iba a decir "ojalá se muera tu hijo, cerda"
A partir de ahora y no sé hasta cuando solo escribiré tuits y daré fav. No me apetece interactuar con nadie.
Espero que lo entendáis.
Tengo cita en la peluquería.
Hoy ceno sola con mi hijo, pero se merece el mejor de mis peinados, ropa, maquillaje y perfume.
Hoy no habrá ningún Judas en la mesa.
Sólo echaré de menos a los que se fueron. ❤️
Una de las grandes ventajas que tenemos las que pasamos de los 40 años es que el ridículo en la edad del "niñateo" nunca lo vieron miles de personas en una red social.