Me parece muy lindo que, habiendo tantas personas en el mundo, podamos ser especiales para alguien.
Como si en el vasto bosque alguien se fijara en un árbol y decidiera regresar a verlo cada día.
Conmovida por lo bien que se lleva la manzana con la canela. Las manzanas nacieron en las montañas de Kazajistán y la canela en una isla: Sri Lanka. Es un milagro que existan y que se hayan conocido.
Entro en una crisis existencial cada vez que recuerdo que los colores no están en las cosas, sino que son nuestra interpretación de la luz. Dios mío. Quién soy, qué es esto, qué es el ser. Like si todo es una simulación.
No sé si es que ya me rendí, pero disfruto mucho mi pequeñez y mi insignificancia. Se siente delicioso no ser nadie importante y aún así ser querida, tener unos pocos amigos, sentir cariño por la vida y andar por ahí existiendo, bailando y comiendo pan.
Hay una vieja expresión en chino para despedirse: 慢走 (màn zǒu), es decir, «camina lento».
Me parece una hermosa forma de pedirle al otro que se cuide y que disfrute el camino. También de decirle que lo vas a extrañar. Es como: “déjame verte un poco más mientras te alejas”.
Tal vez uso demasiados diminutivos pero es que me gustan mucho. Le agregan cariño y cercanía a todo. No es lo mismo tener antojo de frijoles que de frijolitos.
Una de las respuestas al hilo de cosas raras me dejó pensando en otro tipo de historias. ¿Alguna vez han recibido alguna ayuda que parece caída del cielo o tenido un encuentro con un desconocido que fue como un ángel para ustedes?
La terapia no es suficiente, necesito usar más mis manos. Hacer un tazón de cerámica, tejer una canasta, amasar un pan, dar un masaje, crear un arreglo floral, acariciar una roca, golpear saco de box. 🤲🏼🏺🧺
Se me hace curioso que en inglés le llamen significant other a su pareja. Parece concepto filosófico: el otro, pero no cualquier otro, sino el otro que significa algo para mí. Y en posesivo: mi otro.
Qué rico sentir el viento pero qué se sentirá ser el viento, o como el viento. Mover las nubes, acariciar la hierba, erosionar las rocas, refrescar a un perro que se asoma por la ventana. Todo eso y más sin ser visto.
Escuché a un panadero hablar del canto del horno así como leí a un amante del té hablar del canto del agua hirviendo. El amor nos permite oír el canto de las cosas.
Perdón por todo el espacio y la soledad que necesito para no hacer corto circuito. No somos menos amigos ni siento menos cariño por no hablar todos lo días.
Me dijeron que hay momentos como este en los que solo queda confiar en algo más grande, como cuando confías en el agua al flotar de espaldas, y me sentí lirio, ave y nutria.
Me da tristeza ver que un negocio cerró porque pienso en todo el dinero y tiempo que invirtieron sus dueños y en lo emocionados que estaban cuando lo abrieron. 💔
Quisiera poder hacer amigos sin tener que hablar tanto. Amigos para comer, tomar tecito, ver las estrellas y escuchar música. ¿Pueden acercarse dos corazones sin tantas palabras?
Por cierto, mi más sincero zape a los que menosprecian Wikipedia porque “cualquiera puede editarla”. Es una maravilla que exista. Y existe gracias a la colaboración.
No quiero escribir bonito, más bien quiero ser capaz de expresar la belleza que percibo, las cosas que siento. Que si hablo de un río, la gente no piense “qué hermoso escrito” sino “¡qué hermosos son los ríos!”.
Fui por un frapuccino de chocolate a Starbucks “para darme mi gustito” y pues básicamente es un chocomilk carísimo. Adriana, una víctima más del capitalismo salvaje.
¿Hay algún filósofo que haya escrito sobre las caricias y el sentido del tacto? ¿O sobre las manos? ¿Podrían recomendarme textos? Son temas que me interesan mucho. Gracias.
Practicar un arte lo mejor que podamos, a cualquier edad, no para superar a los demás, sino para ser más nosotros mismos. Para vivir con un poco de sentido, con más pasión. Para conectar con otros, a pesar de todo, después de todo.
México es un gran país para ser o volverse vegetariano. Hay frijoles, tortillas, quesillo, flor de calabaza, huitlacoche, chiles, epazote, amaranto, guacamole, tlacoyos, mantequilla Gloria y hartas frutas y verduras.
Era una mujer con una voz muy dulce que se había equivocado de número. Me tranquilizó y me dijo que iba a contar borreguitos conmigo hasta que llegaran mis papás y así fue. 🐑 🐑🐑