En ausencia de daño el objetivo no es eliminar el dolor para restablecer el movimiento sino restablecer el movimiento fisiológico y así irá dejando de doler
Una cosa es estar sano y otra sentirse como tal.
Se puede estar sano sintiéndose enfermo; enfermo, sintiéndose sano; sano, sintiéndose sano y enfermo, sintiéndose enfermo.
No basta estar sano para sentirse sano y no basta estar enfermo para sentirse enfermo.
Mensaje recibido en Neurología por una paciente con distonía cervical: es incurable. Botox ineficaz. Consulta con mi hija, fisio. Hace su trabajo complejo y la distonía revierte. Comunica el resultado a su neuróloga: ni caso.
La neuromodulación está de moda. Podemos modificar (activar-inhibir) funciones neuronales con campos electromagnéticos, electrodos, fármacos, dietas, hipnosis, meditación, placebos-nocebos, agujas. ¿Por qué no, directamente, con la información?
El dolor es siempre subjetivo, privado. El daño, objetivo. La ausencia de daño no niega el dolor. Obliga a un afrontamiento diferente, que debe centrarse en la narrativa que lo sostiene. El paciente no construye esa narrativa, la padece.
No es que el dolor crónico genere cambios en el cerebro y por eso duele, sino que el estado sostenido e innecesario de alerta-protección se expresa a través de esos cambios. No hay una conectividad alterada sino un estado evaluativo-motivacional no adaptativo
Los analgésicos no actúan contra el dolor. Se limitan a modificar la generación, tráfico y modulación de la señal de daño-estrés tisular, cuando este existe. Como resultado se modifica el estado evaluativo-motivacional y se expresa en la conciencia como dolor menos intenso.
Calambres "musculares". El problema no está en el músculo sino en el patrón de activación neuronal, bien en el tronco nervioso o en la médula (con su correspondiente modulación supraespinal)
Sentir dolor al moverse no indica que hay un problema "músculoesquelético", sino que el Sistema neuroinmune evalúa amenaza en esa acción, a veces con razón y otras sin ella.
El llamado dolor neuropático es, en realidad, un dolor nociceptivo, asociado a daño real o potencial de tejido nervioso. Si aceptamos el término neuropático, podríamos considerar también el dolor miopático, gastropático, cutáneopático, osteopático, artropático etc
La denominada "Educación terapéutica en Neurociencia" consiste básicamente en explicar al paciente que lo que le han contado previamente múltiples profesionales sobre origen y control del dolor no es correcto.
¿Por qué no se retiran de las salas de espera de las consultas los anuncios que aconsejan mantener la espalda recta y coger los pesos de una determinada manera?
Mi definición: "El dolor es una percepción aversiva y protectora que contiene implícitamente una evaluación aprendida de necrosis consumada, inminente o imaginada y que incita a una conducta de evitación y a una indagación causal"
Entre 2000 y 2010 ha habido un aumento de un 300% en la prescripción de opiáceos en el dolor crónico, no asociado a patología orgánica. La prescripción en estos casos no está justificada y puede incluso contribuir a empeorar el dolor.
Los síntomas sin explicación médica tienen un propósito biológico: proteger el organismo. La falta de explicación médica indica que ese propósito no está justificado y el objetivo debe centrarse en corregir el estado evaluativo erróneo.
Dolor cervical: dolor sentido en la región del cuello. Expresa en la conciencia un estado de alerta-protección referido a la actividad en esa zona. No presupone patología de los tejidos del cuello. Sólo evaluación de amenaza, no siempre justificada.
Contractura, distensión, tensión, sobrecarga, estiramiento... Son términos compartidos por profesionales y ciudadanos sin que sepamos a qué condición real de la fisiología muscular se refieren.
Los tejidos (células y espacio extracelular) no duelen. Sufren daños o estrés mecánico, químico, térmico o biológico. Liberan moléculas que señalizan daño-estrés y las células del sistema neuroinmune (nociceptores) detectan agentes y estados potencialmente nocivos.
La fatiga no es, habitualmente, un síntoma de patología o estrés metabólico muscular, sino la proyección en la conciencia de un estado evaluativo que desmotiva para el esfuerzo (gasto de energía).
Un desencadenante es un estímulo que induce una respuesta con la que no existe ninguna relación causal directa. El viento sur puede desencadenar una migraña, pero no la produce.
Habría que distinguir entre enfermedad (disease) y padecimiento (illness). Uno puede estar enfermo (sin saberlo) y no padecer. Puede tener "disease" y no "illness". Lo contrario, también: padecer estando sano.
A los padecientes de síntomas sin explicación médica los profesionales hemos cuestionado su genética, lo que comen, lo que duermen, sus vaivenes vitales, sus hábitos sedentarios, su hábitat. Puede que sea el momento de cuestionarnos lo que les decimos y recomendamos (vendemos)
El tálamo no es una simple estación de recepción y distribución de datos sensoriales. Integra la información sensorial ascendente (10% del input) con la evaluativo-motivacional descendente (90%). En función de ambos, establece filtros atencionales
¿Cómo sabe el cerebro que está doliendo el pie? A estas alturas del siglo XXI un porcentaje sustancial de los profesionales creen que las neuronas tienen "receptores del dolor". Por lógica intuitiva, el ciudadano también lo cree así.
Es un hecho absolutamente validado en Biología: no se necesita la presencia de señal nociceptiva de estrés-daño tisular para que aparezca el dolor en la conciencia. Sin embargo la comunidad neurológica da por sentado que es necesaria
"El "dolor de espalda"es el precio natural pagado por adoptar la locomoción bípeda". Leído en un libro sobre medicina evolucionista. No se considera el precio pagado por la evolución cultural y las creencias, p.ej. la aceptación del estrés mecánico como causa del dolor.
La hipótesis oficial de la migraña sitúa el origen del dolor en los nociceptores meníngeos, sensibilizados por la liberación de CGRP, contradiciendo lo que sostiene la biología: el dolor, como cualquier percepción, surge de un patrón de conectividad global (neuromatriz del dolor)
No hay un hombrecillo en el cerebro, que evalúa y decide poner dolor, cuando cree que los tejidos están en peligro. La red neuronal genera transiciones a estados de alerta-protección en función de la narrativa construída para cada acción-escenario
Los síntomas no los produce la enfermedad-lesión, sino la respuesta de alerta-protección-ahorro de energía del sistema neuroinmune. Esa respuesta no necesita la enfermedad-lesión consumada. Basta con que el sistema opere sobre esa hipótesis, aunque sea errónea
En el dolor crónico no existe un problema de procesamiento sensorial en el cerebro, sino un estado evaluativo erróneo que atribuye a la actividad una amenaza a la integridad física de los tejidos.
La información adquirida hace que, en ausencia de daño, cualquier estímulo irrelevante genere síntomas. El sistema neuroinmune, en estos casos, ha validado información errónea y cronifica innecesariamente estados de alerta-protección-ahorro de energía.
Los nociceptores son neuronas que detectan nocividad potencial mecánica, térmica y química, gracias a sensores (canales iónicos) insertados en la membrana de sus terminales. Convierten (transducen) la energía sensada en un minipotencial local.
El dolor promueve la evitación de daño y la indagación causal. En ausencia de daño la información y consejo experto debiera ser: no hay amenaza de daño; evita evitar; muévete (vive) sin miedo. Justamente se dice lo contrario en muchos casos
Se sigue proclamando que el cerebro es insensible. No duele. De ahí se deduce que el dolor necesariamente tiene que generarse en los tejidos que sí duelen.
El cerebro no tiene nociceptores, pero es sensible a la información que estos facilitan.
En ausencia de daño una acción que resulta dolorosa no debe evitarse sino que debe procederse a trabajar su representación interna, en sus múltiples componentes.
Muchos pacientes con dolor (en ausencia de daño) también padecen mareo, cansancio, hormigueos, acúfenos. No tienen múltiples patologías sino diversas expresiones de un estado de alerta-protección-ahorro de energía maladaptativo, aprendido
Las creencias no se deciden. Se construyen, en base a la información adquirida por experiencia propia y observación de la ajena, y por la recibida de los expertos.
#Dolor
no es igual a
#da
ño. No es un dato sensorial que surge de los tejidos, sino un contenido de conciencia que expresa el momento del proceso evaluativo.
#sistemaNeuroinmune
El problema de los síntomas sin explicación médica no se está resolviendo con pruebas diagnósticas de tecnología avanzada. Más bien está sucediendo lo contrario
La nocicepción informa de estados de energía mecánica, térmica y química potencialmente nocivos que permiten minimizar la probabilidad de daño. Es básicamente inconsciente y tiene poco que ver con el dolor clínico.
El dolor no es un estímulo, una variable físicoquímica que es detectada por un supuesto e inexistente "receptor de dolor". Es un contenido complejo de la conciencia que integra datos sensoriales, cognitivos, atencionales, emocionales, conductuales y sociales.
El concepto de "tensión muscular" es confuso. El músculo se contrae y genera tensión en el tendón, no en las fibras musculares. El recurso al estrés y la tensión muscular para explicar el dolor no tiene una fundamentación clara
El dolor es un contenido de la conciencia, no un "algo" segregado por tejidos dañados o estresados. No tiene sentido el término "dolor músculoesquelético". Sería más adecuado decir algo obvio: "dolor neuronal". Las imágenes tampoco son "retinianas" sino neuronales
Los síntomas postcovid puede que estén más relacionados con la creencia de haber padecido Covid que con la evidencia serológica de haber estado infectado por el virus
Hoy es el día mundial contra el dolor. El día contra la información nocébica y fragilizante, contra la pseudociencia, en ocasiones presentada como representante exclusiva de la ciencia.
El nociceptor es una neurona plástica, bidireccional, que responde a estados tisulares locales, pero también a estados centrales evaluativos, más o menos justificados.
Los nociceptores detectan estados físicoquímicos externos e internos potencialmente nocivos. En función de su valor y del contexto se proyectará o no el sentimiento "dolor" en la conciencia. La señal nociceptiva no es necesaria ni suficiente.
El cerebro no ve, no oye, no huele, no duele. Aprende a atribuir significado a la información retiniana, auditiva, olfativa y nociceptiva a lo largo de la interacción del organismo con el entorno. Sin cerebro no hay visión, audición, olfación ni dolor.
Hay evidencia sólida sobre la importancia de las expectativas y creencias en los síntomas. Un organismo sano puede ser sentido como enfermo. Las etiquetas diagnósticas refuerzan la convicción de enfermedad y la persistencia de los síntomas
En ausencia de daño-estrés tisular, el dolor expresa en la conciencia un estado evaluativo-motivacional de alerta-protección. El estrés psicológico facilita la activación de ese estado erróneo. Lo explica, pero no lo justifica.
Los síntomas no los produce la enfermedad, lesión o disfunción de los tejidos, sino el estado evaluativo-motivacional del sistema neuroinmune en base a la información que opera respecto a un contexto.
No existen sensores de olores, sabores, imágenes ni sonidos. Son sensores de moléculas, luz u ondas de perturbación mecánica. Tampoco existen sensores de dolor. Son sensores de energía térmica, mecánica o química, potencialmente nociva.
Si explicamos a los pacientes que su red neuronal no funciona correctamente, estamos haciéndoles un flaco favor. Potenciamos la convicción de
#da
ño o
#disfunci
ón neuronal.
La covid persistente, en ausencia de daño tisular como secuela, correspondería a un error evaluativo neuroinmune. Puede que el componente neuronal (creencias, expectativas, información) sea el determinante. Es una hipótesis.
Ante el dolor sin daño, el médico piensa en fármacos, el fisio en músculos y el psicólogo en gestión del estrés y conductas de dolor. El modelo multidisciplinar no consiste en completar la secuencia de los tres.
En ausencia de daño-estrés tisular, el miedo al movimiento porque resulta doloroso no es una fobia ("kinesofobia"), sino algo razonable. No es el padeciente quien construye la fobia, sino su sistema neuroinmune, en base a la información facilitada por los expertos.
Hay evidencia sobre la correlación entre las expectativas y creencias del paciente y el dolor. Hay evidencia que demuestra que los pacientes creen lo que los profesionales predican.
Los espectaculares avances de las neurociencias han puesto en evidencia nuestra ignorancia. Gran parte de lo que damos por cierto, no lo es, pero seguimos practicando en algunos casos la medicina basada en la arrogancia, en vez de en la evidencia... de esa ignorancia
Reservado el derecho de admisión — “La
#fibromialgia
es una enfermedad misteriosa, mal diagnosticada e irreversible“ VS “es un error evaluativo
#neuroinmune
, al que se llega con el aprendizaje y que puede revertirse” 🧠💪
En los denominados "síntomas sin explicación médica" la red neuronal evalúa amenaza cuando no la hay y activa estados de alerta-protección innecesarios. No es algo psicológico, sino neuronal. La red neuronal "cree" que la amenaza es real.
En el dolor crónico no se trata de reprogramar, sino de trabajar los componentes cognitivo, emocional, atencional, conductual y social implícitos en la evaluación errónea, propiciada por la información de expertos
Dolor generalizado no equivale a "dolor musculoesquelético" ("mialgia"). Si no coincide con daño-estrés músculoesquelético, no tiene sentido señalar a los músculos como responsables. Es la actividad la que está evaluada como amenazante, no siempre con justificación de daño-estrés
Hoy en día sabemos que esto es así, que es un sistema predictivo que puede construir falsas evaluaciones de amenaza y que se puede corregir esa dinámica, al menos en el componente neuronal
#sistemaNeuroinmune
En el dolor sin daño se activa la misma neuromatriz o conectoma del dolor que cuando hay señal de nocividad, pero falla la monitorización de la realidad. En mi opinión ello es debido al peso de las creencias
Los pacientes no catastrofizan porque son catastrofizadores, sino porque han recibido una instrucción alarmista, catastrofizadora. El decatastrofizador que los decatastrofice buen decatastrofizador será.
En ausencia de enfermedad-lesión o estrés de los tejidos, el error de atribución no debe interpretarse como un transtorno psicológico-mental del individuo. Lamentablemente, muchos profesionales lo hacen.
La fatiga no expresa en la conciencia una situación límite de los músculos, sino un estado evaluativo-motivacional que incita al reposo, para prevenir estados tisulares catastróficos (necrosis), con y sin justificación.
El dolor es la expresión en la conciencia de un proceso evaluativo-motivacional que incluye una cuota variable de señal de nociceptores, en estado basal o sensibilizados. No basta esa señal, sea ectópica-aberrante o normal, para que se proyecte en la conciencia dolor