— ¿estás seguro Jesús? ¿Has hecho bien el cálculo? No puede ser, ahora entiendo por qué mi tío te paga tan poco, no tienes ni idea
— Bueno, señor Antonio, puede llamar usted a Hacienda a preguntar..
— Sí, eso haré, porque tengo que saber cuánto me va a costar para irme del país