A mí no me interesa venir a tuiter a debatir con nadie. Yo vengo a una red social a hacer lo que se hace más jocosamente en las redes sociales: compartir memes, subirme al tren del mame, por supuesto que tirar indirectas, echar carrilla con mis panas y divertirme un ratito.
Normalicemos las no-citas: sales a tomar un café/comer/caminar con alguien que te gusta, te echas un taquito de ojo, platicas chido, pero sin ninguna finalidad, sin querer algo más que eso, es decir, que disfrutar ese momento y ya.
Normalicemos laa citas de lectura. Nos vemos en un café. Cada quien con su libro. Cada quien lee. De pronto comentar alguna cita. Y luego ya. Tchau. ☕🤖👾
Quienes nunca han vivido con ansiedad crónica no tienen idea de cuán agotador es y de cuánto trabajo y tiempo puede implicar el hecho de tomar hasta la más simple decisión o poder llevar a término la actividad más elemental. Vivir con ansiedad es un trabajo de tiempo completo.
¿Cuál sería la diferencia entre leer un libro en un pdf y en un ejemplar de una biblioteca? ¿A fuerzas lxs lectorxs tienen que comprar nuestros libros? El ejemplar de la biblioteca se pagó y lo van a leer, con suerte, muchos usuarios.
Si les da hueva procurar una amistad, pos ya mejor déjenla ir ¿no? Está bien haber sido amigos y luego ya no serlo. Porque lo que sí no entiendo es la hipocresía, el simulacro, el hacer como que seguimos siendo lo que claramente ya no somos. ¡Pónganse el saco!
Esta es una de las fotos que más me gustan de Rosario Castellanos. Hoy en el 99 aniversario de su natalicio recuerdo estos versos que tanto y tanto me significan:
Soy hija de mí misma.
De mi sueño nací. Mi sueño me sostiene.
0 sea, la gente que está en contra de la Pirateca, ¿jamás leyó en fotocopias? Si no, uy, pos qué privilegiados de que sus manos nunca tocaron una sucia copia ilegal para poder estudiar su licenciatura. Si sí, qué hipócritas.
Para escribir quizá sea necesario leer mucho, vivir (nada específico, experimentar la vida), escribir mucho, quizás, particularmente, más cosas como pensar, sentir, estudiar, caminar, bailar, yo que sé. Pero no, para escribir no es necesario sufrir, que nadie les diga esa mamada.
Gente que no se da cuenta que la amistad se terminó hace años. No todas las amistades son para siempre. Algunas se acaban y pues para qué hacer drama (ni que fuera amor romántico). Move on y a otra cosa mariposa.
¿No les pasa, con las autoras que mas disfrutan leer, que quisieran que todo mundo las leyera, ir con un megáfono diciendo sus palabras por las calles por el puro gusto de pronunciarlas?
Hay tantas escritoras sin leer que prefiero que mis alumnxs las lean primero a ellas que a Octavio Paz. O a cualquier otro autor. No digo que no los lean, pero si sólo tengo espacio en mi curso para poquitas lecturas, siempre escogeré a mujeres en un acto de reparación histórica.
No volver al pasado. Pagar las facturas. Tener rutinas. No dejar de comer. No comer demasiado. No abrir las heridas ni mostrarlas. Meditar frente a la pila de platos sin lavar. Esforzarse más. Estar atento. Pedir ayuda. No pedirse demasiado. Dejar de salvar a los demás.
Cito.
El ejemplar de dónde se escaneó el pdf también alguien lo pagó. O qué ¿entonces prohibimos las bibliotecas porque lxs lectorxs no pagan por leer nuestros libros? Compartir pdfs es crear bibliotecas digitales colectivas. No hay lucro en las bibliotecas, no lo hay en los pdfs.
Me vale pito que desde hace diez años la RAE haya decidido quitarle el acento a la palabra guión. La voy a seguir escribiendo con tilde hasta que me muera. Tendrán que arrancar la tilde atorada en mis dedos crispados
#jajajaja
#intenseo
#ñoñismos
No tengo hambre y me obligo a comer. No tengo sueño y me obligo a dormir. No quiero hacer papers y también me obligo. Me obligo a hacer ejercicio. A no estar triste, triste de veras triste, porque eso baja las defensas. Qué días, estos y los que faltan.
La doctora
@RosaBeltranA
, coordinadora de
#CulturaUNAM
, en acuerdo con el rector de la
@UNAM_MX
, Leonardo Lomelí, designa a la escritora Sara Uribe (
@RaraUribe
) como coordinadora de la Cátedra Extraordinaria Rosario Castellanos de Literatura y Géneros (
@CatedraRC_UNAM
). 🧵
En los momentos más duros de mi vida sobreviví, en parte, porque me deshice de la idea de futuro. No pensaba: en un futuro voy a estar mejor. Simplemente no pensaba que pudiera haber futuro, por tanto, no sentía incertidumbre. Me instalaba en el presente como un limbo y ya.
No es nuestro deber darnos cuenta a tiempo que una persona nos está mintiendo o manipulando, que no es recíproca, que es egoísta, que no nos está tratando como merecemos (ya sea en una amistad o en una relación de pareja). Ahora va a resultar que hasta eso fue nuestra culpa. No.
Me da mucha hueva que escriban sesudas reflexiones sobre series que disfrutamos y nos comemos como si fueran hamburguesas de cadena. Eso son, hamburguesas de cadena. Qué hueva su afán de intelectualizarlo todo.
Hoy comí en una comida corrida de la Nápoles. Habíamos 3 personas buscando lugar para 1 sola persona. De pronto la chica que atiende grita: a ver, las tres personas solas se sientan acá. Y nos sentó a los 3 solos en una mesa. Obviamente comimos juntos, pero callados y solos.
Y la gente se va. Y cuando se va escribe. Pero sus palabras nos llegan tantas semanas después que las recibimos marchitas y sin olor como las flores viejas.
Rosario Castellanos.
Siempre me ponían la abejita de SI TRABAJA y al lado el periquito de PLATICA EN CLASE. Y esto define más quien soy en la vida que mi pinche signo zodiacal.
Que saludable es que a los cuarenta te queda claro que después de una ruptura amistosa y/o amorosa no te mueres ni se mueren y la vida sigue, de hecho, más luminosa y feliz.
En mi vida he sido lectora de libros de bibliotecas; prestados; comprados; regalados; descargados gratis en pdf; fotocopiados; robados (una vez robé-rescaté unos de una biblioteca pública que los tenía mojándose bajo un lavabo). Sin todas esas formas de lectura yo no sería yo.
Qué bonito es leer un libro con alguien más. Ir comentando líneas, párrafos, entramados, puntos de cocción, hilos y estrategias. Debería haber una disciplina olímpica que se llamase Lectura sincronizada. Sí, como en el nado, pero zambullirnos en libros, en lectura.
Amo el canto del cenzontle, pájaro de cuatrocientas voces. Amo el color del jade y el enervante perfume de las flores, pero más amo los días en que no tengo que hacer Zoom.
Soy la ñoña a la que le emociona la idea de dar una clase entera sobre el uso del punto y seguido, del punto y aparte, de la coma, de los tres puntos, del punto y coma, las comas vocativas y parentéticas, los guiones, las notas a pie y así.
Los últimos libros de no ficción que leí y que hicieron volar mi cabeza y me estremecieron fueron Los Argonautas de Maggie Nelson y El invencible verano de Liliana de Cristina Rivera Garza. Lo malo fue que me dejaron la vara super alta. Ahora solo quiero algo de ese pelo o nada.
Anoche me di cuenta que ya llegué a ese punto en que toda la serie de sucesos que pasaron en mi vida los meses antes de la pandemia me parecen la vida de alguien más que ya no soy yo. Esa otra yo me parece muy lejana, como si hubieran pasado mas años y sí, en tiempo pandemia.
¿Les pasa, leyendo un libro de cuentos, que leen uno y es tan bueno, o les llega tanto, que tienen que dejar un espacio (a modo de duelo o de tiempo de procesado) para poder entrarle al cuento siguiente?
Fui retenida brevemente en la revisión aeroportuaria porque al parecer el talco de una señora cuarentona como yo me convierte en sospechosa de trasiego de drogas. Vino la marina y toda la cosa, le hicieron una prueba de drogas a mi talco. Mientras tanto el narco...