“Me encontré con Marcelo Díaz jugando golf y él jugó en el Basel, era ídolo del Roger. En los camarines Roger me decía ‘Marcelo Díaz, Marcelo Díaz’. Le conté a Marcelo Díaz, nos sacamos una selfie y se la mandamos a Roger. Me la respondió días después: ‘Oh, buena Marcelo Díaz’”