Y un día descubres que el tiempo de duda, de confusión y de dolor, son algunos de los procesos que te dieron fuerza para hoy tener el corazón contento.
La ansiedad adelgaza, te saca granos, quita el hambre, engorda, hace que no te puedas concentrar, te hace sentir insuficiente, causa dolores físicos y psicológicos y aún así sigue habiendo gente que no lo entiende y lo romantiza.
La percepción que los demás tienen de ti es suya en realidad, no la tuya. Deja de preocuparte por lo que los demás piensen de ti. Nadie sabe por lo que has pasado, ni conocen lo que has sentido.