Tenía 9 años cuando en la cancha la hinchada de mi equipo le cantó a la de Platense ��lula, lula, é um peixe homossexual”.
Mi papá me miró y con toda su sabiduría me dijo: “Hijo, Lula no es un pez, es el presidente de Brasil”.
Así fue la educación geopolítica que recibí en casa.