El mundo es un quilombo así que voy a dar comienzo al hilo de lecturas de este 2022.
1) Zona de obras, Leila Guerriero.
Un libro que indaga sobre la potencia y el sentido de la escritura. Un libro para subrayar y volver mil veces.
Tantos años explicando dónde queda Marcos Paz, diciendo que es cerca del campo pero que no es que hay vacas caminando por la calle hasta que un día pum, toma.
Quiero pronunciarme a favor de absolutamente todas las citas y de ese momento previo a darle un beso a alguien por primera vez. Hay una línea divisoria ahí que es espectacular.
Me acabo de enterar que cada vez que escribo algo, mi vieja se lo escribe a mano a mi abuelo y él lo guarda.
Creo que voy a llorar hasta el año que viene.
Tengo este libro en mi biblioteca hace casi diez años y recién hoy terminé de leerlo, reforzando mi teoría de que uno también compra libros para que te esperen en el futuro.
Después de leer todas las polémicas que levantó lo que dijo Alberto Fernández sobre la despenalización del aborto me parece buenísimo recordarles que en este momento NO TENEMOS MINISTERIO DE SALUD.
Saludos la radio está buenísima.
Durante todo el mundial tenemos 3 feriados, por lo que quedan 17 días laborables. Que alguien se avive y meta decreto para declararlos asuetos por necesidad y urgencia de la sociedad.
Es ahora, es por La Scaloneta.
Me desperté hace 5’ y ya me harté de otro día más en el que se creen y se muestran revolucionaros por juntarse a comer o por abrazarse y no usar barbijo. Qué papelón ser tan pelotudxs.
Ay no puedo explicar lo que me deprime esa movida de decirle el colo para volverlo alguien cercano. Nada más falso que el porteño jugando a que es de barrio.
No existe mejor canción de cancha que Vienen en fiat 600 y en un ciclomotor. No solo es un poema que incluye figuras jurídicas como la patria potestad, también es visualmente impecable imaginarte a dos quemeritos en una zanella.
Cuando mi papá murió lo primero que pude hacer con toda esa tristeza fue ir a la cancha, porque el fútbol también es ese lugar seguro que uno sabe construir con los suyos.
Lo de Dalma ya es de otra dimensión y no puedo ni pensar lo que debe sentir ahí.
No puedo creer la naturalidad con la que dice que a las 7 cortaba y se ponía a ver Netflix. No hay fallido, no hay equívoco, hay impunidad. Eso si, después el vago es el otro.
Hace muchos años me parecía un embole que mis viejos se fueran a festejar tooodos sus cumples a Mar del Plata y bueno, acá me tenés hoy: festejando el mío frente al mar y dándoles la razón.
Mira si para los peronistas no estará primero la patria que hoy vamos a estar todos deseando que a los bosteros les pase lo que tiene que pasar aunque el resto de los días los odiemos con toda el alma.
Con la necesidad de vender algo que hay, venís a hacer esto a mi negocio y te puedo llegar a correr con pistolas de agua hirviendo hasta que quieras tatuarte amo el capitalismo.
Un grupo de activistas de Extinction Rebellion irrumpió en un centro comercial de Buenos Aires para protestar contra el consumismo y los horarios nocturnos de las tiendas en vísperas de la Navidad.